Ver para actuar

 

Texto: Nehemías 1 y 2

 

Estamos comenzando un nuevo tiempo. Tal como Jesús se les apareció a sus discípulos en medio de una tempestad, hoy también está en medio nuestro. En esa ocasión solo Pedro acudió al llamado de Jesús mientras los demás miraban en medio de la desesperación. Este es un tiempo para dejar de ser testigos y comenzar a ser protagonistas. Jesús te está diciendo: Ven! Anímate a creer. Ven! Anímate a caminar sobre las aguas, a ver milagros porque este es el año donde vas a caminar sobre las dificultades en lugar de ahogarte en medio de ellas.

 

Y de igual manera ocurrió con la vida de Nehemías. Él sintió el llamado de Dios para ayudar a su pueblo que estaba en derrota.

 

Ver para actuar

 

En ese momento, el pueblo de Israel estaba en derrota. Su misma historia era de altibajos espirituales que se correspondían con victorias o derrotas frente a sus enemigos. Cuando estaban cerca de Dios y le adoraban, estaban fuertes en batalla y eran prosperados en todo, pero cuando caían en idolatría y se alejaban del Señor, venían la derrota política y la esclavitud. De igual manera, cuando uno se aparta de Dios, el diablo toma ventaja y llena los vacíos con pecado, incredulidad y malas decisiones.

 

Es por eso que no tenemos que dejar vacíos en nuestra vida, porque ese vacío que no estoy llenando con el Señor, el enemigo seguramente lo querrá llenar con preocupaciones promoviendo que me aleje de Él.

 

No apagues lo que hay en tu corazón

 

Y este texto tiene que ver con no dejar que el enemigo siga destruyendo y avanzando donde tendría que haber plenitud y gozo. En ese momento, la ciudad de Jerusalén estaba destruida, había sido devastada y abandonada. Nehemías estaba viviendo como copero real hasta que unos judíos le contaron lo que estaba ocurriendo en Jerusalén.

 

En ese momento, Nehemías tuvo tal carga que se humilló, se arrodilló y oró clamando por perdón para él y su pueblo delante de la presencia del Señor. La tristeza lo había envuelto y estaba decidido a hacer algo al respecto. Fue así que el rey, al ver su aspecto, le ofreció todo su apoyo y entonces él emprendió la obra.

 

Dios estaba con él de la misma manera que está contigo en este momento. Nehemías observó su realidad y se decidió a cambiarla. En la vida nos podemos encontrar con tres clases de personas:

  • Los que no lo ven: aquellos que viven en derrota pero ni se dan cuenta, están peleados con todo el mundo pero no lo ven.
  • Los que no hacen: aquellos que están en derrota pero están decididos a no hacer nada, viven en medio de la resignación añorando tiempos mejores.
  • Los que ganan: aquellos que ven la situación para ver cual es el plan de Dios y llevarlo a cabo.

 

No te mereces “poca” bendición

 

Esto nos lleva, sin duda, a reflexionar como está nuestra vida hoy y no dejarlo por la mitad. Hay personas que son felices con algún área de su vida, pero con otra no y la dejan así. No caigas en esa situación, no te resignes, no dejes algunas áreas de tu vida en derrota, con poca bendición, tal como Nehemías, ora y clama porque Dios te quiere dar la bendición total en todas las áreas de tu vida!

 

Los muros de la protección

 

Imagínate una casa en construcción. Lo primero que hay que edificar es la medianera. Si uno no la tiene terminada, es muy probable que en las noches, los ladrones aprovechen y roben todo lo que puedan. ¿Por qué? Porque el muro no está terminado y no hay protección.

Espiritualmente ocurre lo mismo, si tus muros están a medio terminar, hay agujeros que le permiten el acceso al ladrón que querrá robarte la bendición y llenarte de duda e incredulidad.

 

Nehemías vio esa ciudad derribada y dijo: Yo voy a terminar la obra, voy a reconstruir lo que el enemigo nos destruyó. Dios en este año te está llamando a terminar lo que comenzaste!

 

Busca en el lugar correcto

 

En la Biblia tenemos el ejemplo de la mujer sunamita (2 Reyes 4:8-35). El profeta Eliseo pasaba siempre por su casa y ella lo servía. Un día Eliseo quiso recompensarla y declaró que tendría un hijo, lo cual se cumplió al poco tiempo. Pero cuando el niño estaba crecido, un día volviendo del campo, murió. Uno podía pensar que ella estaría desesperada, enojada por la corta duración de su sueño cumplido. Sin embargo, lo que hizo fue ir en busca del profeta para reclamar la restitución de la bendición. Fue a él para pedirle que le devolviera la vida de su hijo. Su fe no le permitió caer en la derrota, sino que la levantó aún en el momento más difícil de su vida para ir en pos de lo que había perdido.

 

No te resignes a lo que te pasó, no dejes las cosas como están, sigue adelante en pos de tu victoria!

 

Dios no te quiere un poco bendecido sino que quiere completar su obra en todas las áreas de tu vida!

 

En este año comienza a levantarte tal como se levantó esta mujer y Nehemías. Aun con mucho por hacer, oró y clamó por una bendición del cielo y lo que parecía imposible comenzó a hacerse realidad.

 

La derrota ya fue vencida

 

Tenemos también el caso de María Magdalena. Al morir Jesús, ella iba a llorar al sepulcro conformándose solo con ver el cuerpo muerto del Señor. Pero Él ya no estaba allí! Era tanta su tristeza que no pudo verlo resucitado! Hasta que le habló y le dijo que no llorara más porque había vencido a la muerte para siempre!

 

Jesús ha resucitado para darte la victoria en todo! No te quedes llorando por lo que ha pasado, Jesús ha vencido al mundo y si te tomas de su mano, podrás vencer todo lo que te sobrevenga! Tu Dios tiene poder!

 

No vivas más en oprobio!

 

El oprobio hace referencia a la vergüenza. No vivas avergonzado de tu vida! No pases más por lo mismo de siempre, es el tiempo de reedificar los muros a medio construir para que el enemigo no te robe más nada!

 

Y tal como le pasó a Nehemías que cuando comenzó la obra, se le acercaron Sambalat y Tobías para burlarse de él. No le des lugar a aquellos pensamientos que vienen a desanimarte, a decirte que “no tenés, no podés y no servís”! Eso es mentira! Es tiempo de que comiences a rechazar la mentira para creer de una vez por todas a Dios que quiere levantarte y mostrarte que puede hacerte caminar sobre el agua!

 

Hoy levántate y dile a la frustración, a la derrota, al fracaso, a la depresión, a la escasez, a la soledad, que ya no va a tener más autoridad sobre tu vida porque has decidido reconstruir los muros!

 

Edifica un futuro diferente a partir de hoy!

 

No te quedes por la mitad. No permitas que tus muros, esas realidades sigan derribadas en tu vida con ese olor a quemado con ese polvo de derrota y destrucción. No lo permitas más!  Que ningún área de tu vida esté bajo el dominio del enemigo. Reclama tu bendición total!

 

En lo que te desanimaste y dejaste de lado, hoy es el tiempo de volver a edificarlo! La transformación te está esperando!! No te quedes a mitad de camino! Dios se está acercando en medio de la tempestad a decirte: Ven! Levántate y tómate de mi mano!

 

No te conformes con el Cristo muerto, porque hace mucho que ha vencido a la muerte para siempre! Dios viene a resucitar sueños, tus fuerzas y tu fe! Declara que hoy te levantas a reedificar tus muros porque donde había muerte hoy hay vida! ¡Viene la bendición total!  UN 2010 PROFETICO !!!

 

Preguntas de reflexión

 

  1. ¿Por qué Jesús lo llamó a Pedro en medio de la tempestad? ¿Qué quería mostrarle?
  2. ¿Cuántas clases de personas hay en cuanto a su relación con la realidad?¿Con cual te sientes más identificado?
  3. ¿Qué pasa cuando tenemos los muros a medio construir? ¿Tienes algún muro en tu vida que ha quedado por la mitad?
  4. ¿Cuáles son tus metas para este año de reedificación?