Más que vencedores

 Romanos 8:28-39Reina-Valera 1960 (RVR1960)

28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.

30 Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

 

Cómo ser un vencedor de gigantes

Dios quiere que hoy dejes de ser un observador de problemas…  para que comiences a ser un vencedor de gigantes. Hoy pareciera que la incredulidad y el dinero fueran gigantes; el mundo dice “no necesito a Dios. Tengo a la tecnología, la ciencia, Internet… que es todo lo que necesito para despejarme y ser feliz” Sin embargo, todo esto forma parte de lo que llamamos hoy humanismo que es la confianza en uno mismo más que en el Señor. Dios avala la preparación, la instrucción y el conocimiento, pero la felicidad, la verdadera victoria y la comunión con el Espíritu Santo no vienen a través de la sabiduría del hombre sino que vienen por el conocer a Dios.

Entonces, veremos a continuación dos puntos claves para ser un vencedor de gigantes:

Nº1- Tener la motivación correcta.

Cuando David fue a llevarles la comida a sus hermanos, que estaban en el frente de batalla, oyó la voz del gigante que les decía: Los voy a matar. Entonces dejó la comida a un lado y le preguntó a uno de los que se encontraban entre el ejército de Israel: ¿Quién es éste? Y la respuesta del soldado fue: Éste es el gigante que no nos deja dormir desde hace cuarenta días!

¿Cuántas cosas te tienen sin dormir? ¿Cuántas noches pasas escuchando la voz de los gigantes? El fracaso, las deudas y la depresión, solo aconsejan mal y uno puede terminar pensando que es la peor de las personas.

David fue al campo de batalla y preguntó: ¿Quién es éste? Le contestaron: Este es un gigante que no hemos podido vencer, es más, estamos retrocediendo. Fue en ese momento en el que David le dijo a uno de sus hermanos: Yo voy a avanzar, lo voy a vencer. Pero el hermano le respondió: Ya te estás agrandando.. ¿Para qué has venido? ¿Para hacerte ver? Siendo que había ido obedeciendo a un pedido de su padre para alimentar a sus hermanos. Sin embargo, toda su familia había visto como el profeta Samuel lo ungía con aceite y aún así no lo respaldaban. Entonces David dijo que enfrentaría a ese gigante que blasfemaba al Dios vivo y estaba intimidando al pueblo israelita, él le daría la honra al Señor, a quien servía y a quien el pueblo adoraba… porque este gigantón incircunciso no sabía con quienes se estaba metiendo!

Mientras el hermano de David le decía que quería vencer al gigante para hacerse notar, él le respondía que no era así.. él realmente quería ver la gloria del Señor para que el ejercito que temía vea que Dios usa a quien tiene el corazón dispuesto, así sea un simple jovencito sin capacidad, sin tradición militar pero ¡lleno de fe!

Esto entonces nos lleva a reflexionar ¿Para qué trabajamos? ¿Para qué oramos? Para que Dios haga cosas grandes. Oramos para que la misma ciencia diga: ¡Cuan grande es Dios! Es nuestro deseo que toda la Tierra conozca que Cristo vive! Pero lo primordial es tener los motivos correctos.

Nº2- Reconocer que la victoria proviene de Dios.

Saúl le dijo a David: Si quieres pelear, te voy a preparar una armadura, un uniforme de soldado. Pero luego de probarse ese atuendo, David no se sintió cómodo dentro de él porque no estaba para nada acostumbrado. Él sabía que la victoria frente a cualquier gigante, contra todas las luchas y temores viene de parte de Dios… solo Él puede cambiar las circunstancias. No importa cual sea tu gigante: si es la violencia o alguna adicción o si es la depresión, la cuestión es que todo cae en el nombre del Señor cuando comprendas que la victoria proviene de Él. El gigante va a caer, no delante de ti, sino delante del Dios que has conocido, que vive en tu vida, que vive en tu casa y es el Rey de reyes y el Señor de los señores.

Tu victoria viene de Dios! Hoy es el tiempo para vencer a los malos pensamientos, para vencer a esa voz que te ha hablado desde pequeño paralizando tu destino. No te detengas más; no temas a la muerte porque Dios va a defender tu casa, tu familia, tu economía y tu cuerpo!

David tenía este punto muy claro, por eso afirmaba que como Dios lo había bendecido en el pasado, también lo haría en ese momento. Le decía al rey que el Señor lo había guardado de los animales del desierto por lo que también lo guardaría de este gigantón. Así es que tú también tienes que declarar que Dios te va a guardar de todo ataque porque ¿Sabes como ataca Satanás? Primeramente en el pensamiento diciéndote que tu gigante es demasiado grande; que todo lo que te dicen es muy lindo pero aquello que te está pasando sobrepasa cualquier consejo… Y la verdad es que es cierto que ese gigante es demasiado grande para ti, y para todos los hombres, pero ¡para nuestro Dios no hay nada imposible! El Señor no reconoce a los gigantes como tales porque Él es el mas grande!!!

Cuando Dios declara su palabra, los gigantes retroceden. Satanás vino como un gigante a Jesús poniendo en duda que fuera el Hijo de Dios y enfrentándolo para que no llegara a la cruz, para que no cumpliera su ministerio. Pero Jesús, sin dudar, lo venció por la Palabra. De la misma manera, tú puedes vencer a tus gigantes por la Palabra de Dios!

Es vital que medites en la Biblia y te dejes moldear por Dios para que tus motivaciones sean las correctas. No pongas tu mirada en tus fuerzas o en lo que posees.. porque todo lo que se ve no es duradero como sí lo es nuestro Dios. Deja a un lado el egoísmo, el temor, la incredulidad y permítele al Señor darte su paz y la victoria sobre cualquier gigante que se presente a tu vida. La solución proviene de Él porque es quien tiene toda la fuerza y las herramientas para transformar cualquier pensamiento en realidad. Tal como David, servimos al mismo Dios vivo, el Todopoderoso!!!

Hoy es el tiempo para que lo calles a Goliat en tu vida! Dios está contigo!

 

 

Preguntas de reflexión:

 

1-     ¿Por qué el pueblo le tenía tanto miedo a Goliat? ¿Te has sentido así frente a algún problema?

2-     ¿Qué significa tener la motivación correcta? ¿Sientes que la tienes?

3-     ¿De donde proviene nuestra victoria?

4-     ¿Cuándo comenzar a declarar victoria contra mi gigante? l